SAG...Suicidio y mentiras.

La portada  del libro "Grandes Alamedas el Combate del Presidente Allende", escrito por Jorge Timossi, EDICIONES POLITICAS. EDITORIAL CIENCIAS SOCIALES, y publicado en la Habana, Cuba, en 1974 en la que sería una primera edición, de varias que le siguieron a continuación, Ya con el título intentan  hacer creer que Allende el 11 de Septiembre de 1973 fue un "Héroe de Película" en la defensa "combatiente" del Palacio de la Moneda.

En la contraportada se lee: " Este libro recoge los primeros testimonios del combate librado por el presidente chileno Salvador Allende y sus colaboradores más cercanos, contra las fuerzas de la reacción y el fascismo que atacaron La Moneda en la mañana del martes 11 de septiembre de 1973.  Además del relato de quienes fueron partícipes o estuvieron vinculados de manera muy directa a aquellos dramáticos acontecimientos, y de la visión personal del autor, el libro se completa con los documentos de extaordinario valor: el discurso pronunciado por el COMANDANTE FIDEL CASTRO en el acto de solidaridad con el pueblo de Chile y de homenaje póstumo al presidente Allende, efectuado en la Plaza de la Revolución el día 28 de septiembre de 1973 y la alocución del presidente  Salvador Allende transmitada por Radio Magallanes el 11 de septiembre de 1973. El autor, el periodista y escritor Jorge Timossi (Buenos Aires 1936), fue corresponsal de la agencia de noticias Prensa Latina durante todo el período de gobierno de la Unidad Popular y como tal, testigo de los sucesos que culminaron con el golpe fascista y el inicio de una nueva etapa de lucha en la historia de Chile.- 


En el interior de este libro se puede leer, en su página N° 115, lo que sigue: "...combatir en la Secretaría Privada y disparar desde su gabinete. Fue aquí y en este momento que el presidente - un vital hombre de 65 años - quitándole una bazuca a José y pidiendo que lo cubrieran con fuego de fusilería, disparó, de pie, contra un tanque, al que dejó sin cañon. Según un testigo, este tanque tenía la identificación "E-28". pintada en sus costados.



En este mismo libro se transcribe el discurso de Fidel Castro pronunciado en la Plaza de la Revolución, -que Ud. Sr. lector puede verificar a continuación- y en que Fidel, refiriéndose a Salvador Allende, dice:
"... Tuvo lugar entonces una de las mayores proezas del presidente. Mientras el palacio estaba envuelto en llamas se arrastro bajo la metralla hasta su gabinete, frente a la Plaza Constitución,tomó personalmente una bazuca, la dirigió contra un tanque situado en la calle Morandé – que disparaba furiosamente contra Palacio - y lo puso fuera de combate con un impacto directo (Aplausos). Instantes después otro combatiente pone fuera de acción un tercer tanque."



¿Tres tanques destruidos en la Moneda? ¿Puede alguien creer una mentira como ésa?
No hubo ni un tanque derrivado.
 (Aparte de lo ridículo del relato, ¿qué hacía una bazuca en el gabinete del presidente social-demócrata en La Moneda?)

Pero esto no es todo, sigamos..., en la página 171, Fidel Castro invoca un discurso que Allende pronunciara el 4 de Diciembre de 1971 en un acto de despedida a la delegación cubana... Recordamos aquella tarde en un estadio de la ciudad de Santiago, donde se efectuaba un acto de despedida a la delegación cubana, y las palabras que en esa ocasión, de manera terminante y categórica, expresó el presidente. Fue el 4 de diciembre de 1971:

 "...Se los digo con calma, con absoluta tranquilidad; yo no tengo pasta de apóstol ni tengo pasta de Mesías. No tengo condiciones de mártir. Soy un luchador social que cumple con una tarea, la tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retroaer la historia y desconocer a la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan: dejaré la Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera". (Aplausos)". "Que lo sepan, que lo oigan, que se les grabe profundamente: defenderé esta revolución chilena y defenderè el gobierno pupular, porque es el mandato que el pueblo me ha entregado" (Aplausos). "No tengo otra alternativa. "Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo" (Aplausos).  


Y en la página 182 Fidel Castro culmina este discurso, este cúmulo  de falsedades . 
Compruebe el engaño y la mentira de los izquierdistas...
"...Pasada la 1:30 PM los fascistas se apoderan de la planta baja de Palacio, la defensa se organiza en la planta alta y prosigue el combate. Los fascistas tratan de irrumpir por la escalera principal. A las 2PM aproximadamente logran ocupar un ángulo de la planta alta. El presidente estaba parapetado, junto a varios de sus compañeros, en una esquina del Salón Rojo. Avanzando hacia el punto de irrupción de los fascistas recibe un balazo en el estómago que lo hace inclinarse de dolor, pero no cesa de luchar; apoyándose en un sillón continúa disparando contra los fascistas a pocos metros de distancia (Aplausos), hasta que un segundo impacto en el pecho lo derriba y ya moribundo es acribillado a balazos.
Al ver caer al presidente, miembros de su guardia personal contratacan enérgicamente y rechazan de nuevo a los fascistas hasta la escalera principal (Aplausos). Se produce entonces, en medio del combate, un gesto de insólita dignidad: tomando el cuerpo inerte del presidente lo conducen hasta su gabinete, lo sientan en la silla presidencial, le colocan su banda de presidente y lo envuelven en la bandera chilena (Aplausos). 

Aun después de muerto su heroico presidente, los inmortales defensores del palacio resistieron durante dos horas más las salvajes acometidas fascistas. Sólo a las cuatro de la tarde, ardiendo ya durante varias horas el Palacio Presidencial se apagó la última resistencia."...    





Como la verdad siempre se impone, reproducimos en la siguiente imagen lo que efectivamente fueron los últimos minutos de Allende, de acuerdo al relato de su médico personal, el doctor Patricio Gijón, quien estuvo con él hasta el momento de su muerte.
Últimos momentos del Presidente Allende
" Estábamos en un pasillo paralelo a la calle Morandé, en el segundo piso del palacio, cuando el Presidente nos ordenó abandonar el edificio y rendirnos. Eramos ocho los médicos presidenciales que estámos allí, y como se había cortado la luz, la oscuridad me impidió reconocer a todos los que acompañabamos al Presidente Allende". 

" Alguien trajo un palo de escoba y yo me saqué el delantal y lo presté para hacer una bamdera blanca de rendición. Entonces empezamos a salir. Recuerdo perfectamente que el Presidente nos dijo:
'¡ Vayan bajando ustedes. Yo iré detrás; que la Payita encabece la fila!'. Todos obedecimos". " Apenas llegué abajo, debí volver a buscar mi máscara antigases, que me había sacado cuando facilité mi delantal.

Fue entonces cuando, al llegar al (mismo) pasillo... me asome por la puerta que daba al salón Independencia y vi al Presidente Allende sentado en sofá con su metralleta entre las piernas, apuntándose a la barbilla.
Fue algo muy rápido que ocurrió en fracciones de segundos. No puedo determinar claramente si fueron uno o dos los disparos que se hizo, ya que había mucho ruido de balazos que se escuchaban desde afuera"."Pero vi como el cuerpo se sacudía y la bóveda craneana estallaba, despedazándosele la cabeza.

De inmediato me acerqué, por instinto incontrolado, ya que me daba perfecta cuenta de que nada se podía hacer...La muerte fue instantánea. Sin embargo, me quedé allí, inmóvil, sentado junto al cadáver y presa de una angustia indescriptible".
(Doctor Patricio Gijón. Declaraciones a El Mercurio, 11 de septiembre de 1974.)


 "No habrá tampoco un Presidente que se suicide, porque el pueblo sabrá responder".

Y para que Ud. saque sus propias conclusiones sobre los irrebatibles antecedentes que les hemos dado a conocer, reproducimos las palabras de un discurso de Allende del año 1972, como rúbrica y demostración definitiva de esta crónica.

Ojalá lo verdaderamente sucedido no se nos olvide y nos sirva como ejemplo, para dejar al descubierto sus engaños, los métodos en que se sustentan sus mentiras, patrañas que tanto daño hasta hoy, le han provocado al pueblo chileno.

El 6 de Enero de 1972 en una manifestación en la Moneda, Allende decía:
"No habrá una guerra fraticida porque el Gobierno y el pueblo lo impedirán. No queremos una patria ensangrentada. No queremos víctimas inocentes. No habrá tampoco un Presidente que se suicide, porque el pueblo sabrá responder".




  

Salvador Allende

Salvador Allende
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